Dudas sobre Paneles solares

Aunque ambas soluciones se colocan, de forma general, en las cubiertas de los edificios o viviendas con estructuras diseñadas para tal fin y utilizan la energía solar para su funcionamiento, hay claras diferencias entre las placas solares térmicas y las fotovoltaicas.

Los paneles solares térmicos absorben la energía del sol y convierten la radiación en calor. Por el contrario, las instalaciones de paneles fotovoltaicos se llevan a cabo con el fin de convertir la energía térmica en electricidad. Este es el motivo por el que ambos sistemas pueden complementarse entre sí, pero siempre teniendo en cuenta que su funcionamiento y aplicaciones son muy diferentes.

Por otra parte, las placas térmicas tienen una duración aproximada de 10 años y las fotovoltaicas de 30. Además, el avance tecnológico de estas últimas supera con creces al de los paneles térmicos.

Con relación a los materiales de fabricación, los paneles fotovoltaicos están fabricados con silicio, con óptimas propiedades conductoras. En el caso de los térmicos, el material que se emplea en su cubierta es un vidrio templado, el cual favorece el efecto invernadero y permite que se capte mejor la energía solar.

Sí, existen ayudas y bonificaciones para las instalaciones fotovoltaicas. Puedes obtener bonificación en el IBI (impuesto que ha de pagar todo aquél que tenga un inmueble) de hasta el 50%. En el caso del ICIO (impuesto por obra), puedes bonificar hasta el 95%. El porcentaje lo determinará tu Ayuntamiento.

Por otro lado, cada comunidad autónoma tiene su política de subvenciones para las energías renovables. Dependiendo de dónde residas, podrás obtener ayudas para tu instalación.

Los paneles solares fotovoltaicos funcionan generando energía solar para el autoconsumo. Ello lo consiguen mediante las células fotovoltaicas que tienen distribuidas entre todos los paneles. Cada célula fotovoltaica ha sido dotada con dos cargas opuestas mediante materiales semiconductores.

Lo que se consigue es que la energía solar fotovoltaica, proveniente de la radiación, genere un flujo de electricidad mediante la liberación de los electrones de las células a través de los fotones del sol.

Ello genera un flujo eléctrico que es conducido hacia los cables y trasformado en electricidad.

El coste de la luz es una pesadilla para todos. Pero no te preocupes, si instalas placas solares en tu vivienda reducirás el importe de tu factura. En los meses más soleados ahorrarás hasta un 70% en tu factura de luz.

Recuerda que el porcentaje variará dependiendo de la productividad de tu instalación. Así que, si alguna vez quieres hacer una comparativa, coge como muestra el mismo período que el que compares el año anterior.

La vida útil media de los paneles solares es de unos 25 años. Esta vida útil tan larga unida a que el mantenimiento de las instalaciones es muy simple hace que la rentabilidad de la energía solar sea muy interesante, especialmente desde que ha entrado la nueva tarifa eléctrica. Es cierto que hay que realizar un desembolso inicial, pero una vez hecho, los paneles producirán electricidad que no tendrás que pagar durante esos 25 años.

Las placas solares son sensibles a las sombras porque las tradicionales están conectadas en serie.

Este hecho hará que todos los paneles se vean afectados por la sombra aunque se encuentren en el sol, reduciendo su potencia a causa de la conexión. Para subsanar esta sensibilidad a la sombra, en Energía Solar Zaragoza usamos placas solares inteligentes en nuestras instalaciones. En este caso, se usa un circuito en paralelo para conectarlas, evitando que se limiten entre sí.

Así, si tienes sombra en el tejado en algún momento del día, el resto de tus placas no se verán afectadas y podrán seguir produciendo a buen rendimiento.

Cualquier época del año es buena para instalar placas solares ya que, desde el primer mes, ahorrarás en tu factura de luz. Sin embargo, ten en cuenta que los picos de productividad se inician en el mes de mayo, por lo que te recomendamos que ya tengas lista tu instalación.

La puesta en marcha de una instalación fotovoltaica no lleva mucho tiempo pero antes de eso deberás obtener la legalización de tu proyecto. Será el Departamento de Industria de tu comunidad quien te apruebe la instalación, por lo que te recomendamos que dejes un margen de tres meses. En definitiva, ve preparando tu instalación en invierno para poder aprovecharte del Sol lo antes posible.

Todo depende de la situación en la que te encuentres. Podemos encontrar varios tipos de instalaciones solares. Las que están pensadas para el autoconsumo son dos.

Por un lado, tenemos la instalación solar conectada a la red y, por otro, la instalación solar aislada, que no tiene conexión a la red.

La primera de ellas es la más adecuada para una vivienda que tenga la posibilidad de conectarse a la red eléctrica ya que, en caso de que los paneles no hayan dado abasto por el temporal, y no hayan generado la energía solar para el autoconsumo necesaria, siempre se podrá hacer uso de la energía contratada.

Además, en caso de sobreproducción, las empresas suministradoras podrán recompensarte económicamente. En el caso de las instalaciones solares aisladas, estas serán de gran utilidad cuando al lugar no llegue el alumbrado público o red eléctrica general. De esta forma, el panel solar podrá proporcionarte la energía cuando sea necesaria, ya que esta se almacenará en baterías.

Estas permiten hacer uso de la energía cuando es necesario, pudiendo ahorrar su consumo. Además, para evitar las sobrecargas, las baterías cuentan con distintos mecanismos. Estos son los que se conocen como reguladores de carga.

También cuentan con inversores de energía para adecuar la electricidad a la instalación eléctrica de la vivienda.

Si no consumes toda tu energía, tus excedentes pueden ser compensados. Los excedentes de energía se vierten a la red y, tal y como establece la ley, pueden ser compensados.

Si te pasas al autoconsumo, recuerda solicitar una tarifa de luz con la venta de excedentes habilitada. De esta manera, tus excedentes pasaran a ser propiedad de tu comercializadora eléctrica y podrán descontarse de tu factura de luz.

Esto depende del tipo de instalación y por tanto la inversión inicial realizada. Si hablamos de instalaciones conectadas a red, que es el tipo de instalación solar más extendido en las viviendas de nuestro país, se puede amortizar en un periodo entre 7 y 10 años. Como decíamos antes, la vida útil de los paneles es de unos 25 años, por lo que una instalación que se amortice en 10 años generará beneficios los 15 años restantes.

Este tiempo de retorno puede variar dependiendo de la instalación, si es más cara o compleja o si está bien o mal dimensionada, por supuesto.

Sí, es posible ampliar una instalación solar ya creada. Antes de realizar la ampliación se debe verificar que el resto de los equipos de la instalación pueden soportar una mayor potencia de generación solar. Habrá que prestar atención también a las características del panel, como su tensión y potencia.

Las podrás distinguir fácilmente. Las policristalinas son habitualmente azules, mientras que las monocristalinas acostumbran a ser negras.

A nivel técnico, se diferencian porque el segundo está formado por varios cristales, mientras que el primero tiene un solo cristal.

La producción de paneles monocristalinos es algo más avanzada y el precio suele ser un poco mayor.

De todas formas, ese precio compensa con una mayor eficiencia con respecto a los policristalinos.